¿ES TAN DIFÍCIL PUBLICAR?

“El rechazo [de manuscritos] es una amarga realidad de la profesión de escritor” (Enrique Vila Matas)

Para una escritora o escritor, nada es tan desesperante como haber terminado un libro después de un enorme esfuerzo, para después tener que encontrar una editorial para publicarlo.

Hasta hace veinte años era diferente, como dice Ricardo Piglia en Crítica y ficción: “Si uno compara ese período con el actual, no podemos menos que recordarlo con nostalgia: se podía publicar con relativa facilidad, lo cual, si bien no mejora la literatura, ayuda a difundirla”.

Hoy sería inconcebible que un escritor toque a la puerta de una editorial con un manuscrito en la mano, y si lo hiciera, se encontraría con que no hay quien le atienda. Entre editores, se suele decir que son más los que escriben que los que leen, pero no es así.

Lo que sucede es que el mundo de la edición ha cambiado mucho, y la digitalización ha facilitado enviar manuscritos por mail sin pensarlo demasiado. Con la facilitad del clic se actúa sin una reflexión previa, y las editoriales reciben miles al año, tantos, que ni siquiera pueden responder. La jefa de manuscritos de la tan literaria Gallimard, explica en la revista Lire qué decepción siente cuando alguien le envía un manuscrito de jardinería.

Las redes están llenas de comentarios sobre las dificultades para publicar, sobre los rechazos de las editoriales o la falta de respuesta, que es la peor manera de decir que no.

Las y los escritores viven esta situación con dolor, y con gran frustración. He escuchado a escritores que incluso llegan a dudar de lo que han escrito.

“La carta de rechazo es un rito de pasaje para todos los debutantes” (Dominique Galtier, directora de Le Dilettante)

Hay centenares de historias de rechazos en la web, hay blogs y páginas especializadas en recopilar historias al respecto. Traté ya este tema hace cinco años, y como sigue siendo una de las entradas más leídas de este blog, me pareció interesante volver sobre la cuestión.

Todos quieren ver su libro en las librerías

Por más que avanza la edición digital, todavía la mayoría de los escritores quieren ver su libro publicado por una editorial tradicional, que se comprometa con ella o él y con su obra, que lo publique en papel, de la forma tradicional, y que esté en las librerías, no solamente en formato digital. Una editorial que le pague al autor, no que le quiera cobrar.

Las librerías de los campus universitarios de Estados Unidos, hace varios años que vienen advirtiendo cómo los estudiantes -ya todos nacidos en la era digital-, prefieren comprar y estudiar con libros impresos, de papel.

En una profesión -la de escritor- que no tiene un título habilitante, publicar un libro impreso, que esté en librerías, otorga ese valor de consagración. La edición digital, que hace quince años se presentaba como el final del libro de papel, hoy es UN soporte más, que ayuda a la difusión, pero no tiene ese efecto de consagración.

“Para que el acto literario pueda realizarse de manera completa es imprescindible la publicación del texto escrito” (Constantino Bértolo, Una poética editorial, Trama)

Cuando un escritor es reconocido como tal, surgen posibilidades de trabajo que, aunque no sean de escritura, tienen que ver con la literatura. A eso le llamo profesionalización. Los escritores no ven la hora de poder dejar otros trabajos que mantienen por razones económicas, en tareas casi siempre ajenas a sus intereses.

Encontrar la editorial en la que publicar no es fácil, hay que buscarla, lo que representa un trabajo más para quien, después de mucho trabajo, tiempo y sacrificios, terminó de escribir un libro. Es un trabajo extra que requiere un poco de tiempo y dedicación, pero nada comparable al esfuerzo de haber escrito un libro.

3 comentarios en “¿ES TAN DIFÍCIL PUBLICAR?

  1. Querido Guillermo:

    Agradezco siempre tus reflexiones y leo con interés cada entrada en tu blog, aunque no siempre comento.

    Estoy de acuerdo contigo en que, en el mundo editorial, nada es fácil: escribir un buen libro es difícil y publicarlo en una editorial tradicional no lo es menos.
    En realidad puede resultar descorazonadora la falta de garantías en cualquier parte del proceso editorial, puesto que escribir no significa publicar, publicar no significa que te promocionen (a ti como escritor o al libro), que te promocionen no significa que vendas, y que un libro se venda bien ni siquiera significa que sea bueno.

    La inseguridad es el medio natural del autor, sobre todo del autor novel. La de escritor es una profesión maravillosa para quienes estamos convencidos de que es la mejor profesión del mundo, a pesar de todo (aparte de ser una necesidad).

    Publicar es difícil, sí. Pero lo demás, también.

    Un abrazo!

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  2. Claro, hay que ver las dos partes. Si frustrante es para los autores que no nos contesten o nos rechacen el manuscrito, a veces, sin leerlo, también lo ha de ser para los editores el recibir uno con faltas de ortografía o desórdenes en la trama. ¡De todas formas, ser persistente paga! Lo digo por experiencia…

    Es cierto que muchos estudiantes milenials prefieren los libros de texto en papel. En mis clases de español usamos una plataforma llamada Supersite, que tiene el libro de texto incorporado, pero he tenido estudiantes que igual compran el libro en papel porque les resulta más fácil para estudiar.

    Abrazos desde Nuevo México ¡y buen fin de semana a todos los autores y editores!

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